En la fiesta de S. Francisco de Asís, el Papa Francisco publicó “Fratelli Tutti que es la tercer Encíclica de su Pontificado. Se trata de una Encíclica sobre la fraternidad y la amistad social. La Encíclica fue firmada en Asís, el 3 de octubre, tras la celebración de la Eucaristía presidida por el Papa Francisco con la comunidad franciscana.
Esta encíclica, sigue los pasos a las firmadas por Francisco, Lumen Fidei, sobre la fe, publicada el 29 de junio de 2013, y Laudato Si`, sobre el cuidado de la casa común, el 24 de mayo de 2015.
El 4 de octubre clausuramos el tiempo de la Creación en la Diócesis de Salamanca con una bella oración preparada por el grupo de Fe y Arte de la Iglesia de la Purísima al que agradecemos su colaboración.
Dos miembros del Círculo Diocesano Laudato Si concluyen esta lectura orante de la Laudato Si en este tiempo de la Creación en la Diócesis de Salamanca. Terminamos con el número 246 y con las dos oraciones con las que el Papa Francisco concluye su encíclica, la oración por nuestra tierra y la oración cristiana con la creación.
Él es un hombre de esperanza, y desde su experiencia, nos exhorta a no perder la fe, que “caminemos cantando”, y “que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza” (párrafo 245).
En nombre del equipo del Círculo diocesano Laudato Si’, de la Pastoral Social de Salamanca, agradecemos a cada uno de los colaboradores que hicieron posible estos vídeos: a la comunidad educativa del Colegio Esclavas del Sagrado Corazón; a Proyecto hombre, a la red solidaria de jóvenes de Entreculturas, a la comunidad de Carmelitas del Convento de San Andrés y a los laicos carmelitas, a la JEC, al Colegio Mayor Montellano, a los jóvenes de la Parroquia de Carbajosa...
Desde la Parroquia de Carbajosa de la Sagrada de la Diócesis de Salamanca, dos de sus jóvenes, María y Antonio nos ayudan a ir cerrando la lectura orante de la Laudato Si que estamos realizando en este Tiempo de la Creación.
Números 228, 229, 230, 231. Podemos decir que el mensaje central de carta pastoral sobre ecología integral, Laudato Si’, es el “amor”. Como fuerza principal y afectiva de las motivaciones más hondas, nacidas de la fe y la experiencia, que nos motivan a la conversión ecológica con acciones de cuidado de la Tierra y de atención ante las necesidades del prójimo. Amor que nace al redescubrir que somos parte de una gran Familia Humana, que tenemos un Padre común. Siguiendo el ejemplo de los santos, una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo.
Números 237 y 241. Se termina el recorrido de esta lectura continua y seleccionada de textos, haciéndonos eco de que la espiritualidad de la ecología necesariamente debe ayudarnos a incorporar “el valor del descanso y de la fiesta” en la vida cotidiana. Parte de la crisis ecológica integral, social y ambiental, se debe a que reducimos el descanso contemplativo al ámbito de lo infecundo o innecesario. Estamos llamados a incluir en nuestras actividades la dimensión del don y la gratuidad. Con ello evitaremos que nuestras acciones se queden en la nada, y vacías de sentido, y que la voracidad individualista nos lleve a perseguir meramente el propio beneficio egoísta. Invocamos a María, nuestra Madre y Hermana, a contemplar todas estas cosas en nuestro corazón.
En el primer vídeo nos presentan los números números 216, 217, 218 y 219.
Estos textos son esenciales para adentrarnos en la propuesta de la encíclica Laudato Si’ de una espiritualidad de la ecología. Pues, “no se trata de hablar tanto de ideas, sino sobre todo de las motivaciones que surgen de la espiritualidad para alimentar una pasión por el cuidado del mundo. Porque no será posible comprometerse en cosas grandes sólo con doctrinas sin una mística que nos anime, sin «unos móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la acción personal y comunitaria»”, nos dice el Papa. La milenaria tradición de la Iglesia ha suscitado grandes santos y modelos que nos pueden ayudar a iniciar un auténtico camino de conversión ecológica.
En el segundo vídeo nos presentan los números 220, 225, 226 y 227: Estos párrafos nos dan nociones esenciales para comenzar la conversión ecológica que cada uno debe emprender: recuperar la lógica (el modo de pensar) basado en el don y la gratuidad, para cultivar la actitud de la gratitud en nuestras relaciones con todo lo creado. De esta manera podemos sintonizar el cuidado de la Tierra desde la experiencia de ternura. La experiencia nace ante el descubrimiento de que todo nos es dado y que somos vulnerables sin los otros. Es una actitud del corazón que vive la sobriedad como estilo de vida, en tono feliz y agradecido.
Varios jóvenes de la JEC (Juventud Estudiantes católica) de Salamanca realizan la lectura de los números 116, 117, 118 y 119 de la Laudato Si. Al entender mejor las claves ecológicas contenidas en la Palabra de Dios, nos damos cuenta de la desviada interpretación del ser humano en la cultura de nuestras sociedades actuales, demasiado centrada en sí mismo, olvidándose de que también él es parte de la creación. “No habrá una nueva relación con la naturaleza sin un nuevo ser humano”. En definitiva, como bien enseñó Benedicto XVI: el olvido de Dios Creador en la cultura moderna ha hecho que nos desviáramos a valorar excesivamente al ser humano en detrimento de la naturaleza, o por el contrario, a exaltar desmesuradamente la naturaleza olvidándonos del ser humano.
En el siguiente vídeo leen los números 201, 208, 210, 211. Para comenzar a resolver la crisis ecológica actual que enfrenta la humanidad es imperiosos el diálogo: entre las religiones, dado que gran parte de la población mundial es creyente, y también entre las distintas disciplinas de las ciencias, ya que la realidad de la Tierra es una unidad. El diálogo no ayuda a superar el individualismo, la autorreferencialidad que paraliza la resolución de la crisis. Otra herramienta superadora de la crisis ecológica es la educación, de los más jóvenes, en valores éticos ecológico. Trabajar las motivaciones que se enraícen en la apertura al Misterio, como referente último de la realidad, y así hacer crecer en solidaridad, responsabilidad y el cuidado, desde la compasión.
Hoy son los jóvenes del Colegio San Estanislao de Kotska y de la red solidaria de jóvenes de jóvenes de Entreculturas en Salamanca quienes nos ayudan con la lectura orante de la Laudato Si. En concreto de los números 69, 70 y 78. En continuidad con el tema del vídeo 5, estos párrafos nos ayudan a releer la Palabra de Dios, de la cual aprendemos que cada criatura, al ser obra del amor creador de Dios, tiene un valor en sí misma, más allá del interés humano. El concepto del pecado original en definitiva trata de la ruptura del ser humano en sus relaciones de armonía (justas) con Dios, el prójimo y con la naturaleza. La fragilidad de la creación se hace evidente ante la irrupción del pecado original causado por el ser humano.
En el siguiente vídeo leen los números 96- al 99. La Palabra Creadora en el Génesis, el Verbo eterno del Padre, se mete en la creación al encarnar en la Persona de Jesucristo. A partir de allí, el destino de la creación también comienza a jugar destino de la Resurrección. Jesucristo en el evangelio nos va dando claros ejemplos de la transformación necesaria, en clave ecológica, que la experiencia contemplativa puede generar en nosotros: comenzar a percibir que somos también parte de una delicado entramado en el tejido de la Creación, dándonos elementos para intuir lo invisible y trascendente de la realidad.
